Chile es un país que contiene todos los ingredientes para iniciar en él este proyecto, por ello lo iniciamos allí en Octubre del 2010. Su gran biodiversidad, que va desde lo más árido y extremo como el Atacama y los hielos, hasta exhuberantes zonas boscosas o gran altitud. Sin duda Chile el lugar ideal para encontrar respuestas…o plantearnos más preguntas
El desierto de Atacama, conocido por ser el lugar más seco del planeta y con más radiación ultravioleta de su superficie. En algunos de sus parajes se ponen a prueba algunas de los vehículos e instrumentos que posteriormente se utilizan en las expediciones a Marte. Contiene grandes salares en donde se investiga la vida Halófila (en elevada concentración salina). Ambientes extremadamente ácidos o alcalinos con vida en su interior. Su vulcanismo y geotermalismo nos indican un pasado y presente en donde la energía se abre camino. En definitiva contiene todos los ingredientes donde comenzar un proyecto de este tipo, ambientes extremos, vida, luz y energía.

En el desierto de Atacama, una lluvia con posibilidades de ser medida (de 1 mm o más) puede tener lugar una vez cada 15 o 40 años e incluso se han registrado periodos de hasta 400 años sin lluvias en su sector central. En las noches la temperatura puede bajar hasta -25 °C en algunas zonas, mientras que en el día la temperatura se puede situar entre los 25 y los 50 °C a la sombra.
Su origen data de hace unos tres millones de años, siendo en su pasado un lecho marino. Su cambio se relaciona con la llamada corriente de Humboldt. La principal causa del origen del desierto de Atacama es un fenómeno climático global que, en esta latitud, crea desiertos en las costas occidentales de todos los continentes del hemisferio sur. Grandes sistemas estables de alta presión, conocidos como «anticiclones del Pacífico», se mantienen junto a la costa, creando vientos alisios hacia el este que desplazan las tormentas. Por otra parte, la corriente de Humboldt transporta agua fría desde la Antártica hacia el norte a lo largo de las costas chilena y peruana, que enfría las brisas marinas del oeste, reduce la evaporación y crea una inversión térmica —aire frío inmovilizado debajo de una capa de aire tibio—, impidiendo la formación de grandes nubes productoras de lluvias. Toda la humedad creada progresivamente por estas brisas marinas, se condensa a lo largo de las escarpadas laderas de la cordillera de la Costa que dan hacia el Pacífico, creando ecosistemas costeros altamente endémicos compuestos por cactus, suculentas y otros ejemplares de flora xerófila.

El último factor que contribuye a la formación del desierto es la cordillera de los Andes, que en el norte forma una planicie volcánica elevada y ancha conocida como Altiplano. Así como en el sur la cordillera andina contribuye a capturar la humedad proveniente del Pacífico, en el norte el Altiplano impide el ingreso a Chile de las tormentas cargadas de humedad provenientes de la cuenca amazónica, que se encuentra al noreste.
El salar de Atacama es el mayor depósito salino de Chile, y el quinto a nivel mundial. En este entorno, la vida microbiana logra resistir no sólo la salinidad extrema sino también un gran nivel de desecación (el desierto de Atacama está considerado, junto con la Antártida, el entorno más seco de nuestro planeta) y enormes dosis de radiación solar. Situado a 2305 msnm, el salar mide 100 km de largo por 80 km de ancho, aproximadamente, y abarca 3000 km2—la costra de halita o núcleo posee una superficie de 1100 km2y está rodeada por una zona marginal de limos salinos de unos 2000 km² de extensión—, que lo convierten en el tercer mayor del mundo tras los salares de Uyuni en Bolivia, de 10.582 km2, Salinas Grandes en Argentina, de 6000 km2

Las sales de sodio y potasio protagonizan las costras superficiales del salar de Atacama. Una proporción importante de éstas son boratos, entre ellos el borato de sodio hidratado o bórax. Además, la cuarta parte de las reservas mundiales de litio están en Atacama, configurando la geoquímica de este ambiente extremo.

Atacama es un paisaje desértico de origen volcánico. Tras este volcán se encuentra la planicie de Chajnantor, situada a 5.000 msnm. Aprovechando esa altura, y también la sequedad y la limpieza del cielo de la zona, en dicha llanura se han colocado las 66 antenas de entre 7 y 12 m de diámetro que forman el Observatorio Astronómico ALMA: el mayor telescopio del mundo para estudiar la composición del universo.

La vida microbiana se ha adaptado a todos los entornos extremos de nuestro planeta: los de temperatura, presión, acidez, radiación o salinidad. Una de las adaptaciones más sorprendentes, porque requiere grandes modificaciones en la bioquímica celular, es la que permite a ciertas bacterias y arqueas denominadas “halófilas extremas” vivir en medios hipersalinos, como ocurre en la Laguna Chaxa. El salar posee el 25% de las reservas mundiales de litio y grandes cantidades de bórax y sales de potasio. Aún así, allí conviven grandes cantidades de flamencos y algunos mamíferos como guanacos, vicuñas, llamas y alpacas.

La naturaleza volcánica de Atacama se pone de manifiesto en el campo géiseres de El Tatio – “Tata-iu”, que significa “el abuelo que llora”- donde cerca de 80 de estas surgencias emiten regularmente vapor de agua. Situados a unos 4200 msnm. es el grupo más grande de géiseres del hemisferio sur y el tercero más grande del mundo, tras Yelowstone (EEUU) y Dolina Giezerov (Rusia). El agua, depositado bajo las rocas ígneas de la zona, llega hasta la superficie a través de fallas y tubos volcánicos. El corazón de nuestro planeta, su inagotable energía, se comunica con nosotros a través de los géiseres de Atacama o las fumarolas de Islandia.