de Nacho Duato. CND
En la antigua poesía hebrea, la palabra “hevel” formaba parte del repertorio de imágenes, que como “agua”, “sombra” o “humo”, servían para describir la fragilidad y el carácter efímero de la condición humana. Su uso quizá más destacado se encuentra en el arranque del libro de la Biblia, habitualmente llamado Eclesiastés(Qohelet I, 2). “Hevel” quedó fijado en la versión de la Vulgata como “vanitas”, y de ahí “vanidad”. Hevel Hevelym … hakol Hevel: Vanitas vanitatum, omnia vanitas. En traducciones modernas del texto encontramos propuestas como “vacío”, “vapor” o incluso “desperdicio” (Erri De Luca: “sprecco”). Desde la tradición hebrea, la Biblia de Ferrara (1553) traduce concisa: “nada de nadas, el todo nada”. Así mismo Hevel (Abel), es el segundo hijo de Adán y Eva, asesinado por su hermano Caín. De acuerdo a la historia bíblica, la suya fue la primera muerte de un ser humano. El significado de la palabra resuena de forma simbólica pero clara en su nombre.
Es en su uso como vanitas, como nada, lapso o vacío, donde “hevel” tiene su sentido aquí.
Música: Pedro Alcalde / Sergio Caballero (música original)
Escenografía: Jaffar Chalabi
Figurines: Nacho Duato
Diseño de luces: Brad Fields
Estreno por la Compañía Nacional de Danza en el Teatre-Auditori Sant Cugat (Barcelona), el 30 de noviembre de 2007.