Paul Lightfoot y Sol León. NDT
Silent Screen es elegante, sombría e imponente. Su tono apesadumbrado calza con un gran sentido del espectáculo que, al ritmo envolvente de la música de Philip Glass, intenta atrapar recuerdos lejanos desde las pantallas de vídeo que flanquean el escenario. Parece querer materializar paisajes del alma y referirse al universo insondable de la mujer. Es pieza de rigor y luto. “Nos gusta que la gente haga sus propias lecturas de las piezas. Ya he oído que muchos interpretan que se trata de una obra sobre la muerte pero, aquí entre nosotros, puedo decir que es sobre el cambio, sobre las transformaciones en el tiempo de la mujer. A cierta edad, pasa con algunas mujeres que conectan con la verdadera esencia del mundo femenino, y eso produce un cambio brutal”. Lo femenino, en cualquier caso, es tema que les atrae. “Suele pasar que en nuestras piezas hay más figuras masculinas, pero las mujeres son el foco, adquieren gran relevancia y son el centro”, añade Lightfoot.