ARTIFACT SUITE

William Forsythe. CND

El ballet abre con un glorioso doble pas de deux, enmarcado por 30 bailarines del cuerpo de baile, con la Chacona de Bach, Partita No.2 para solo de violín en do menor. Surgiendo inesperadamente de las filas simétricas de bailarines que se alinean a los lados y la parte trasera del escenario, dos parejas ejecutan una danza de impresionante belleza, llena  de extensiones off-balance e inesperados desplazamientos de peso.

Estos dramáticos pas de deux, elaboran y amplían de modo extraordinario las posiciones y planos formales del ballet; pero esta tradición – y nuestras expectativas – son abruptamente alteradas al bajarse repentinamente el telón en mitad de la escena, solo para elevarse de nuevo sobre una renovada visión de la belleza.

La segunda sección de Artifact Suite está acompañada por una pieza de piano interpretada por Eva Crossman-Hecht  y cuyas repetitivas y urgentes líneas sonoras subrayan la imagen del cuerpo de baile como una máquina compleja, casi marcial, con el ballet como herramienta de precisión. Se ofrece una demostración de espectáculo y tradición – el poder visual del conjunto homogéneo, bailarines principales, una música poderosa, un proscenio enmarcado – incluso cuando la misma obra cuestiona todo esto, desafiando la idea que tenemos de lo que el ballet puede llegar a ser.

Música: Parte I: Johan Sebastian Bach: Chacona de la Partita nº 2 en do menor, BWV 1004, interpretada Nathan Milstein (14 minutos); Collecting Society.

Parte II: Eva Crossman-Hecht, interpretada por Margot Kazimirska.

Escenografía, diseño de iluminación y figurines: William Forsythe

QUINTETT

de William Forsythe. CND

En Quintett, dos mujeres y tres hombres se encuentran en un espacio desnudo iluminado por un extraño proyector. Los bailarines se concentran completamente en su búsqueda de posibilidades infinitas de expresión del cuerpo humano. Realizan con precisión académicos tours de force y se pierden en infinitas improvisaciones e intrincados movimientos. El resultado es un huracán de baile aparentemente caótico que, sin embargo, tiene una lógica curiosa que no se debe ignorar. Todo ello enmarcado por una repetición infinita de la letra “la sangre de Jesús nunca me falló aún”, una canción de Gavin Bryars, que actúa como si de un mantra se tratara.

Coreografía: William Forsythe en colaboración con Dana Caspersen, Stephen Galloway, Jacopo Godani, Thomas McManus y Jone San Martín 

Escenografía e Iluminación: William Forsythe 

Música: Gavin Bryars (Jesus Blood Never Failed Me Yet) 

Figurines: Stephen Galloway

Estreno por el Ballet de Frankfurt en Alemania el 9 de noviembre de 1993.
Estreno por la Compañía Nacional de Danza en el Teatro de la Zarzuela, el 21 de marzo de 2008.